Los Montes Obarenes se extienden a lo largo de 30 kilómetros desde las Hoces del Ebro, en Sobrón (Burgos y Álava) hasta las Conchas de Haro (La Rioja). Alcanzan su techo riojano en Peñalrayo (964 m). Otras alturas destacadas son Peña Escalera y Rave, objetivo de la excursión desde Villalba de Rioja, villa realenga que conserva de aquellos tiempos (s. XV) varios palacios con escudo. La iglesia de San Pelayo (s. XVI) custodia la capilla sepulcral de Pedro Ruiz del Castillo, fundador de Mendoza, en Argentina.La picota de la plaza de Mendoza vigila. Marchamos hacia la iglesia. Más arriba (dcha.) sale un camino, primero de cemento y luego de piedra suelta que gana metros. Cruza otro camino, supera una zona de sembrados (barro) y enlaza con una pista (0h.15"). Está asfaltada y por la izquierda sube al portillo de San Lorente.De frente, una parcelaria de tierra se interna en el pinar aterrazado. Llanea y luego pierde altura durante casi un kilómetro hasta un claro (0h.21"). Allí nace el cortafuegos que sube a la sierra. Un sendero señalado con hitos lo remonta. Abandona los pinos y trepa por la roca. Es una trocha estrecha y bien pisada que llega a la garriga que enmaraña los altos (0h.31"). Boj y carrascas, endrinos, espinos, aliagas, enebros y grandes romeros traban la marcha. Otro hito (0h.46") nos guía a Peña Escalera (0h.55"). Un curioso buzón Bilibio y del CM Mirandés en forma de antena parabólica ocupa el borde del roquedo. También hay un vértice geodésico. A nuestros pies está Villalba, más lejos Haro y al fondo La Demanda, con San Lorenzo siempre nevado en invierno.La marcha sigue los rastros de cabras que surcan al borde de la peña. Es una pedrera inestable sembrada de boj y enebro que termina en el collado de San Lorente (1h.20"). Hito en la carretera. Por la derecha, lleva al monasterio de los monjes camaldulenses. Es de clausura y tuvo salinas. Encimas está la cima de Rave, invisible. El sendero de subida es complicado de localizar. Bajamos por asfalto hasta un depósito de agua (1h.28"). Poco más abajo hay un gran roca (izquierda). Detrás justo, un hito de piedras señala el inicio de la senda.Ha sido desbrozada recientemente y marcada con cintas de plástico. Sube bajo un túnel de encinas, boj y madroños, arbusto que coloniza esta vertiente más cálida y húmeda. En algunos tramos hay que ayudarse con las manos. Tras esfuerzo y varios resbalones, el camino se asienta y llanea (2h.05"). Sale de los arbustos y desemboca en lo alto del Rave (2h.10"). La cima es amplia, con un buzón del Mirandés y la base de otro hincada en lo alto de la peña. Amplias vistas, similares a las de Peña Escalera.

La bajada se hace por la vertiente contraria, más abierta y menos enmarañada por ser cara sur. Siguiendo una pista cortafuegos que parte este sector de la sierra (2h.25"). Hasta aquí llegan los coches. Remontamos por ella (derecha), en dirección a un pinar de repoblación. Llega al monasterio de Herrera. No iremos tan lejos. Al rato (2h.40") aparece un desvío hacia la izquierda. Continuamos por él, siempre entre pinos, hasta alcanzar el borde de la meseta (2h.45"), donde hay un refugio abierto en buen estado y mirador. Desde la plataforma se abarca un amplio panorama: los viñedos riojanos, las choperas, la Demanda, Cameros....Continuamos el paseo. Un empinado cortafuegos (dcha.) corta la ladera. Hay que bajar con cuidado, en dirección al pinar que oscurece el fondo del barranco (hitos). El sendero, estrecho y resbaladizo, enlaza con un camino (2h.57"). Un letrero indica que Villalba está a la izquierda. Vuelta a bajar bajo pinos ya crecidos hasta encontrar una pista de arcilla con profundas rodadas (3h.05"). Hito de piedras. Vamos a la izquierda. Queda el tramo más largo de la marcha. La ruta obliga a caminar a media altura, entre árboles y cultivos para entrar en Villalba por la calle de la iglesia (3h.45").