La villa burgalesa de Oña es un punto de referencia dentro del turismo de interior. La localidad está rodeada por opresivos murallones que se abren por su lado occidental al Valle de las Caderechas. Conocido pero poco visitado, este paraje lo conforma un conjunto de pueblos rodeados por un anillo de montañas entre las que destacan Santa Marina y Los Castillos. El paisaje se orienta al sur y protege a sus habitantes de los vientos que asolan en invierno el Páramo de Masa. Su interior es laberíntico y agreste.
Los pueblos conservan un aire medieval que combina belleza, tradición y funcionalidad. Sus calles irradian sosiego en verano y soledad en invierno. El mejor momento para visitarlo son los meses de abril y mayo, periodo en el que sus campos se cubren con un tornasolado manto de cerezos en flor. Un valle del Jerte a pocos kilómetros.
La ruta parte de Huéspeda, pueblo situado en su extremo más profundo y adosado a un farallón que cae a pico desde el páramo. La angosta carretera muere en él. Su única calle es peatonal y las viviendas están cuidadas con mimo.
HITOS
Los Castillos: 1141 m. (UTM:30T 454645.64 E, 4733060.07 N)
Santa Marina: 1155 m. (UTM:30T 453950.00 E, 4736391.00 N)
Cómo llegar: AP-68 dirección Burgos hasta Pancorbo; N-232 Santander; BU-P-5028 Terminón y BU-V-5024 hasta Huéspeda.
Cartografía: MTN 135-II (Dobro) y 135-IV (Padrones de Bureba), 1:25.000, del IGN.
Horario: 3h.50’ (1h.20’a Santa Marina y 2h.25’ a Los Castillos).
Distancia: 12.0 km.
Desnivel positivo: 523 m.
Severidad del medio: 2
Dificultad orientación: 1
Dificultad del terreno: 2
Esfuerzo necesario: 2
Tipo recorrido: Ida y vuelta
Dejamos el vehículo en el aparcamiento de la entrada del pueblo. La fea caseta de un pozo nos marca el inicio de la excursión. A su derecha nace una pista que trepa por el talud (NE). A los pocos metros se bifurca. Tomamos el ramal de la izquierda que conecta de inmediato con otro. Giramos en herradura a la izquierda (O).
El camino traspasa la verja de una finca descuidada. Salimos por el otro lado del prado. Enlazamos con el camino que sube del pueblo (0h.15’). Lo seguimos al amparo de pinos, encinas y cerezos silvestres. Encrucijada de pistas (0h.20’). Tomamos el desvío de la izquierda que conduce al portillo de Pesadas. Cada paso en la sierra toma el nombre de la localidad a la que se dirige. Ganamos altura con comodidad (O). Llegamos a la meseta (1h.00’). Podemos apreciar la verdadera magnitud del valle.
Giramos a la derecha (NE). Vamos hasta la ermita de Santa Marina. Es una capilla modesta levantada con las ruinas del anterior edificio. Seguimos el borde del cortado (NE) hasta el alto del mismo nombre (1h.20’). Punta sin marcas. Santa Marina es de mayor altura que los Castillos pero menos significativa.
Desandamos los pasos hasta al portillo de Pesadas (SE). Marchamos próximos al abismo (S). Enlazamos sendas difusas entre muros caídos, pino y enebro hasta el portillo de Escóbados (1h.45’). Junto a una señal nace una trocha muy marcada que nos hace ganar metros (SE).
El suelo está tapizado por matas de enebro y brezo. Llegamos a un alto. Descendemos unos metros y atacamos la cota principal por la izquierda (E). Breve repecho sin obstáculos. Cima (2h.25’). Los Castillos o Castrillos, como también es conocido, se conforma por un conjunto de tres puntas. Vértice y buzón compartido de C.M. Gazteiz y C.M. Mirandés. Panorámica completa de todo el valle, Páramo de Masa y la Bureba.
Regresamos sobre nuestros pasos hasta el portillo de Escóbados (2h.45’). Aquí nace una pista que desciende hacia el valle (N). Transitamos entre pinos al abrigo del farallón hasta llegar a Huéspeda (3h.50’).
RUTAS CERCANAS
Los Castillos desde Aparcamiento de la entrada del pueblo. 3:50h