El Almiñé es una población burgalesa que se emplaza en el extremo suroccidental de la Merindad de Valdivielso. Es partido judicial de Villarcayo. Lo componen tres barrios. En su núcleo principal se asienta la iglesia de San Nicolás de Bari, uno de los monumentos románicos más interesantes y más intervenido de Las Merindades de Burgos. La población perteneció a la familia Arce. La reciente restauración de la torre de los Ruiz Beñe y Sarabia de Rueda ha descubierto la que pudo ser la primera sinagoga en la zona. El último censo cifra su población estable en ocho habitantes.

Su caserío se distribuye a lo largo su calle principal, que coincide con el antiguo Camino Real o Ruta de la Lana. Se asienta sobre una anterior calzada romana que comunicaba el puerto de Laredo con la ciudad Burgos. Carlos III emprendió una serie de reformas modernizadoras en un país que no había cambiado un ápice desde el fin de la Edad Media. La construcción de una red de carreteras y la abolición de la Mesta ocasiono que la calzada fuera abandonada. El Almiñé quedo aislado y entró en decadencia al ser privado de su fuente de ingresos.

Dejamos el vehículo junto a la iglesia. Fuente. Cruzamos el casco urbano (NO). Barrera ruinosa y fin del asfalto (0h.11’). Entramos de lleno en la calzada. Ascendemos de manera progresiva encajonados en un desfiladero. El estado de conservación de su acera, contrafuerte y firme demuestra el buen oficio de sus constructores. Las paredes del cañón se abren.

Collado (1h.00’). Ermita de Santa Isabel, también conocida como Virgen de la Hoz (SO). Nos acercamos. Se pueden apreciar los restos de la Casa de las Lanas, donde se depositaba la mercancía que llegaba de la meseta en dirección al mar para su exportación. Como curiosidad, un centenar de metros al oeste, existe un pozo de agua limpia que data del tiempo de los romanos. Es una caverna que se hunde en el suelo con paredes de piedra seca. Se accede por una escalera de piedra.

Marchamos hacia el este. Pasamos junto a un barracón derruido. Damos un rodeo para evitar las hoyas. Vamos a la izquierda. Accedemos a la ‘muela’ que tenemos al norte por una trocha de ovejas (1h.30’). Majada Alta (1h.35’). Sin marcas. Proseguimos entre enebros por senda (SE) hasta la cima del San Jorge, mal llamado Miravacas (2h.10’). Este peculiar nombre lo recibe de manera errónea del collado que existe entre Majada Alta y San Jorge. Parapeto circular y una sabina. Vistas de la Tesla.La desolación del páramo que se antoja infinita.

Continuamos de frente (SE). Perdemos altura por la derecha (S). No hay que descender hasta los campos de cereal. Seguimos trochas de ovejas hasta el collado de San Jorge (3h.00’). Hay marcas de la PRC-BU-185 que se internan en el barranco (NE) y vemos también las ruinas de la ermita del mismo nombre. Descendemos hasta encontrar un desvío muy claro a la izquierda (3h.10’) que tomamos (N).

El camino que traemos termina en Toba de Valdivielso. El sendero desciende por un túnel de boj y encinas hasta llegar a una toma de agua (3h.50’). Manantial en el suelo. Seguimos. Depósito de agua (3h.55’). Primeras casas de Santa Olalla de Valdivielso. Vemos la iglesia. No llegamos hasta ella. Giramos a la izquierda (O). Seguimos las marcas de PR. Tenemos cuidado de avanzar siempre por el camino de hierba y evitar cualquier desvío a la derecha hasta llegar a El Almiñé (4h.30’).