El pequeño macizo calizo de Altzania es la extensión hacia el sur, ya en tierra alavesas, de la sierra de Aizkorri, separados por el famoso Túnel de San Adrián. Con el Aratz (1.445 m.) como referente, el alineamiento ofrece una serie de cumbres que delimitan al norte La Llanada camino de Navarra formando las paredes de Egino, la gran escuela de escalada alavesa. Dos de estas cumbres son las peñas de Umandia y Aitzabala/Albeiko haitza, con dos cresteríos evidentes y tan sencillos como divertidos d recorrer. Su cercanía permite unirlas en una sola excursión desde el pueblo que resguardan a sus pies: Araia.
HITOS
Albeiz: 1014 m. (UTM:30T 558005.78 E, 4748879.87 N) Puntuable para los Cien Montes.
Umandia: 1225 m. (UTM:30T 557939.00 E, 4750193.00 N) Puntuable para los Cien Montes.
Cómo llegar: Desde Bilbao, Llega a Vitoria y seguir la A-1, dirección San Sebastián, hasta la salida de Araia.
Cartografía: . MTN 113-IV (Olazti-Olazagutía), 1:25.000, del IGN. Cuaderno Pirenaico Aizkorri, libro y mapas (ed. Sua)
Horario: 3h.45' (1h.55' al Uandía y 2h.45' al Albeiz)
Distancia: 11.8 km.
Desnivel positivo: 695 m.
Severidad del medio: 3
Dificultad orientación: 3
Dificultad del terreno: 3
Esfuerzo necesario: 3
Tipo recorrido: Circular
En Araia nos dirigimos a la antigua central eléctrica, que desde 2008 alberga el Centro de Interpretación de la Naturaleza. Tras el edificio parte una senda balizada (SL-A.14) que remonta el río Zirauntza hasta su nacimiento, represado para aprovechar el agua como fuente de energía para las industrias del pueblo. La belleza del paseo invita a tomarlo con tranquilidad. Primero pasa junto a la vieja fundición de Ajuria, fundada en 1847, luego se adentra en el hayedo, pasa junto a la fuente La Salud y serpentea pegado al cauce para disfrutar de sus pozos y cascadas antes de alcanzar El Nacedero y su pequeña presa (0h.35'), a los pies mismos del Imeleku y el Allaitz, escoltas del Aratz.
Tras disfrutar del paraje, enfilamos ya hacia el Umandia siguiendo el canal de agua de la derecha, que nutría a la central eléctrica. No tarda en desembocar en una pista que seguimos por la izquierda. Tras un par de revueltas, enfila (SE) hacia el collado Arrazpi (1h.00'), junto al monte del mismo nombre, inconfundible por la antena que ocupa su cima.
Seguimos por la pista unos metros más hasta una curva a la derecha. Es el momento de abandonarla para subir por el pinar (NE) paralelos a los límites del bosque. Más arriba desembocamos en una pista, que seguimos hacia la derecha. A unos 300 metros. Tras una pequeña cuesta abajo una señales de PR (blancas y amarillas) nos invitan a remontar (izd.) por el hayedo hacia el collado Atabarrate. Pese a la hojarasca, la senda se hace pronto evidente y acaba por desembocar en una pista forestal por la que alcanzamos Atabarrate (1h.30').
A nuestra derecha, el hayedo ocupa toda la vertiente norte del Umandia, que contrasta con su escarpada y rocosa cara sur. Con los puestos de caza como referencia, remontamos la pendiente buscando un desdibujado sendero en un suelo donde la hojarasca oculta el lapiaz. Alcanzamos una antecima, descendemos a un amplio collado y ascendemos los metros finales hasta el buzón y el vértice geodésico cimeros (1h.55').Tras disfrutar de las vistas, iniciamos las travesía hacia el Albeiz por la cresta, más secilla de lo que aparenta desde la distancia. Está surcada por una senda que se hace más evidente cuando se aleja de la arista y que en el tramo final seguimos definitivamente. En la vertical de las campas de Apota, el camino se asoma a la cara norte del Umandia.
Es el momento de descender a la brava buscando el terreno más sencillo hasta dar con una senda que recorre la ladera transversalmente y por la que descendemos a los prados (2h.30'). Enfrente se eleva la peña de Albeiz o Aitzabala y hacia ella nos dirigimos siguiendo un camino dibujado en la hierba, cruzamos un par de pistas y nos situamos junto a dos inconfundibles peñascos que marcan el inicio de la ascensión. Desde allí, un sendero nos eleva directamente hasta los dos buzones cimeros (2h.45), desde donde podemos recorrer su sencilla cresta en ambos sentidos.
Para volver a Araia desandamos el camino de subida hasta la última pista que hemos cruzado, que seguimos hacia la izquierda. Enseguida desemboca en la principal, por la que llegamos al bonito paraje de la txabola de Martin. Unos metros antes de la borda, seguimos un camino herboso que al poco se convierte en una pista. Es una atajo de la pista principal, en la que desembocamos más abajo y por la que retornamos, tras pasar por la fuente de Kukuma y la intersección con el GR-25 (Vuelta a la Llanada), a Araia (3h.45').