La costa vizcaína, al igual que el resto de la cantábrica, se caracteriza por la línea de montes que la recorre a tan escasa distancia del mar que sus cumbres son verdaderos faros de referencia. Y para los montañeros constituyen inmejorables miradores de una orografía en el que el mar y la montaña se funden en un paisaje privilegiado.
Uno de estos faros es el Jata, inconfundible, además, desde la distancia por su gran antena coronada por una bola. No es el más alto de los montes costeros pero su situación y prominencia (el décimo de Bizkaia) le otorgan una relevancia reservada a cotas mayores. Su secreto es que no hay otra cumbre en Bizkaia –ni en Euskadi– que se eleve tanto y a tan poca distancia de la costa. Sus casi seiscientos metros se sitúan a poco menos de tres kilómetros del mar. Ni tan siquiera dos si nos vamos al vértice más septentrional de su cresta, los 555 metros del Jatatxiki.
Pero no todo son elogios. El Jata también tiene su talón de aquiles. Le llega, como no, de la mano del hombre. Sus laderas están surcadas por pistas y pobladas de pinos y eucaliptus, especies forestales de crecimiento rápido. Desertizan el suelo y solo permiten disfrutar de las vistas en los claros que dejan las talas y en la cresta cimera.
Esas pistas hacen que las opciones para llegar a la cumbre sean casi infinitas, y algunas poco montañeras. A cambio, es un paraíso de la BTT. Bakio, Larrauri (Mungia) y cualquiera de los barrios de Maruri-Jatabe que se asientan a sus pies son opciones válidas para afrontar su ascensión. En este caso hemos elegido Maruri-Jatabe desde su mismo núcleo principal, presidido por la ermita de San Lorenzo, imponente templo reconstruido tras quedar arruinado en la guerra civil.
HITOS
Jata: 598 m. (UTM:30T 512786.31 E, 4805690.86 N) Puntuable para los Cien Montes.
Jatatxiki: 598 m. (UTM:30T 512583.00 E, 4806741.00 N) Puntuable para los Cien Montes.
Cómo llegar: En Mungia, seguir la carretera a Plentzia (BI-2120) hasta Maruri-Jatabe. La iglesia de San Lorenzo está en lo alto del pueblo.
Cartografía: MTN 37-IV (Algorta) y-38-III (Mungia), 1:25.000, del IGN.
Horario: 3h.35' (2h.00' al Jatatxiki y 2h.20' al Jata).
Distancia: 12.5 km.
Desnivel positivo: 625 m.
Severidad del medio: 2
Dificultad orientación: 2
Dificultad del terreno: 2
Esfuerzo necesario: 3
Tipo recorrido: Circular
Desde el templo (amplio aparcamiento, panel de itinerarios municipales y poste de señales) seguimos una pista que remonta hacia los chalets más altos del pueblo. Poco después del último, en una curva tras la que muere el asfalto, seguimos de frente un camino de tierra que no hace más que atajar la pista principal, con la que confluye más arriba, cuando se aúpa al cordal (0h.25').
Siempre rodeados de pinos y, sobre todo, eucaliptus, ganamos altura cómodamente por la pista principal, obviando desvíos a izquierda y derecha, alguno de ellos con poste de señales. La vía da un rodeo para evitar el Santa Kurtze, que coronaremos de bajada, remonta con ganas en un tramo donde renace el cemento y llanea antes de llegar a un amplio cruce de caminos (1h.20') donde las talas permiten buenas vista al Urizarmendi, a la costa y al barrio maruritarra de Goieta, a nuestro pies.
Dos pistas remontan ladera arriba (dch.). Tomamos la de la izquierda. Tras un par de revueltas, en la tercera curva, seguimos rectos por una camino que llanea hasta desembocar en el exigente camino que remonta el cordal septentional y que lleva directamente al Jatatxiki y su bonito buzón-iglesia (2h.00'). Solo tenemos que seguir el cordal en un agradable paseo que pasa por el Jatabienerdia, el collado entre las dos cimas, para alcanzar, en el otro extremo del cresterío, el Jata (2h.20') y disfrutar de sus vistas.
Desde la cima bajamos a la antena. Justo donde acaba la pista de servicio nace un sendero muy marcado que desciende sin contemplaciones ladera abajo. Después de atravesar una pista se convierte en un camino que se adentra en un pinar a la vez que modera la pendiente. Obviando desvíos a izquierda y derecha, llega a un collado donde tomamos una pista (izd.) que sube con ganas. La cuesta es corta y justo en su punto más alto nace (dch.) un senda que remonta hasta la cruz del Santa Kurtze (2h.50'), rodeada de lo que parecen restos de trincheras y parapetos de la guerra civil. Seguimos el sendero de descenso por la ladera contraria hasta un poste que señala la bajada hacia Maruri (izd.). El camino lleva a la pista que hemos abandonado por coronar el Santa Kurtze y por la que descendemos (dch.), desechando desvíos a izquierda y derecha, hasta el barrio de Elortegi. Ya por asfalto, solo queda retornar a la iglesia y su omnipresente torre (3h.35').