El Jata es uno de los vigías de la costa vizcaína, junto a cumbres como Serantes, Ermua, Ogoño y Otoio. El denominador común de todas ellas es su proximidad al Cantábrico, lo que los convierte en inmejorables atalayas, especialmente en epocas de calores como las que vivimos, en las que a las siempre reconfortantes vistas se suma la brisa marina que remonta sus laderas y recorre sus cumbres premiando al mendigoizale con su frescor al alcanzar la meta.
Bien es verdad que en el caso del Jata, como sucede también en el Otoio y el Ogoño, por ejemplo, las mejores vistas no se muestran desde la propia cima, sino que conviene seguir el cordal unos metros hasta alcanzar el punto óptimo de avistamiento costero. Aunque durante la ascensión disfrutaremos de ellas en varios puntos.
En busca de caminos poco frecuentados comenzaremos la caminada de hoy en el remoto y tranquilo barrio de Markaida, perteneciente a Mungia aunque más próximo a Maruri Jatabe. Dejamos el vehículo en Etxebarri, su núcleo principal, inconfundible por la pequeña explanada en la que poder dejar el vehículo y presidida desde una colina cercarna por la ermita de San Salvador.
Seguimos la carretera en dirección Mungia apenas 300 metros hasta el primer desvío a la izquierda. El camino vecinal nos lleva hasta el último caserío de la barriada, donde cogemos un carretil herboso a la derecha siguiendo las señales del GR-28 (Uribeko Bira), que nos acompañarán en diversos tramos de la ruta. El camino nos lleva al barrio de Barandika (0h15’). Nada más desembocar en su primera pista asfaltada subimos a la izquierda hasta el caserío Barandikagoitia tras un giro de ciento ochenta grados por la izquierda del caserío cruzamos la campa para adentrarnos en un eucaliptal donde cogemos un camino por el que bajamos dibujando un par de zigzags.
HITOS
Tallu: 343 m. (UTM:30T 514933.94 E, 4804061.78 N)
Jata: 598 m. (UTM:30T 512786.31 E, 4805690.86 N) Puntuable para los Cien Montes.
Cómo llegar: En Mungia, seguir la BI-631 (dirección Bermeo) hasta el desvío a Markaida (BI-3108).
Cartografía: MTN 38-III (Mungia), 1:25.000, del IGN.
En la última revuelta, una señal del GR invita a seguir hacia la derecha pero tomamos el sentido opuesto hasta desembocar en una amplia pista (0h25’) por la que subimos (izd). Hemos llegado a ella siguiendo las señales del trail Mungiako Lau Haizeta. A partir de aquí nos guiarán hasta el Jata, por lo que enseguida nos desviamos (dch) para subir por una pista de cemento que más arriba se convierte en un camino carretil de piedrilla primero y luego en un camino de tierra en un tramo donde a la izquierda divisamos ya la cumbre de nuestro objetivo. Obviando desvíos menores y siempre en fuerte pendiente desemboca en un cordal secundario al SE del Jata. El Tollu (0h50’), su punto culminante, se encuentra a escasos metros del punto en el que nos hemos aupado a la divisoria.
Siguiendo el cordal (izd), no tardamos en llegar a la ermita de San Miguel Zumetxaga (1h15’). Data del siglo XII y es una de las más antiguas de Bizkaia. Cruzamos la carretera y seguimos un camino herboso que, tras coger un desvío al llegar a una compuerta, se convierte en un sendero, algo tupido en sus primeros tramos. Entre pinos y eucapliptus, el camino, más parecido a una torrentera en algunos puntos, gana altura con decisión camino de la cumbre. Alcanzado le cordal, serpenteamos por él hasta la poblada cima (2h10’), desde donde disfrutamos de las vistas con Bakio a nuestros pies.
Iniciamos el descenso por la vertiente contraria bajando hasta el edificio de la torre meteorológica para continuar por un sendero que desciende hasta un camino que seguimos por la izquierda llaneando en principio por un eucaliptal. Obviando los desvíos, el camino pierde altura suavemente mientras rodea la montaña. Más adelante se convierte en un sendero muy roto que baja más abruptamente hasta salir a una pista forestal, que más abajo desemboca en otra más amplia a la altura de una caseta (3h00’). Por la izquierda, enseguida llegamos a una amplia bifurcación junto a una casa. Aquí, pegado a una valla, retomamos el GR. Más adelante, dejada atrás la alambrada, bordeamos unos prados para confluir con la ruta de subida. Ya solo queda desandar el camino hasta Etxebarri (3h15’).