La privilegiada orografía vizcaína lleva la montaña hasta las mismas orillas de masr Cantábrico. Así, los conocidos como Montes Costeros se convierten en una sucesión de privilegiados miradores al Golfo de Bizkaia y los puertos que jalonan toda la costa. Recorrerlos es siempre un placer para las piernas y los se3ntidos, especialmente el de la vista.En este caso, el tramo elegido es el que discurre entre Gorliz y Bakio a traves de cima como Ermua, Urizarmendi y Jata. El itinerario coincide en buena parte con una de las etapas de la Bizkaiko Bira (GR-123), aunque en la subida al Jata el itinerario original ha desaparecido en una maraña de nuevas pistas y repoblaciones y hay que fiarse más en la intuición y el gps que en el recorrido original, cuyas balizas, por otra parte, ha desaparecido también en este tramo.Iniciamos la marcha en la playa de Astondo. Casi al final del paseo, poco después del chiringuito "El Marítimo" unas escaleras se adentran en el pinar. Tras un giro, la senda remonta por encima del acantilado bordeando la costa en un bello recorrido empañado por la ausencia de vista. Es el viejo camino al fortín de Azkorriaga -ahora en ruinas-, un viejo puesto de vigilancia de la bahía de Plentzia. No llegamos hasta él, ya que tras el pronunciado descenso, iniciamos inmediatamente una nueva subida camino del faro, al que llegamos (1h.00) tras desembocar en su carretera de acceso.A los pies de la torre de luz parte un sendero que asciende entre helechos y brezos, deja atrás un viejo búnker y, tras cruzar una campa, continúa remontanado sobre el mismo acantilado hasta la cima del Ermua (1h.30"), justo frente al islote de Villano. La ruta no ofrece alternativas, así que seguimos el sendero, más adelante camino y finalmente pista, que descienden hasta Armintza (2h.10"). Saliendo ya del pueblo en dirección a Bakio, frente a la playa, nace una pista asfaltada que asciende hasta el barrio Gazitua. Allí guiramos la derecha (S) y lo abandonamos para tomar un pista forestal que, obviando desvíos a izquierda y derecha, nos aúpa al cordal cimero del Urizarmedi y a su buzón junto a la misma pista (3h.00"), que por cierto no se ubica en su punto más alto sino descendiendo ya hacia Maruri.

Perdemos altura por la pista hasta un desvío (izd.) junto a una torre de alta tensión por el que seguimos. El camino desciende hasta una bifurcación frente a un promontorio en la que optamos por el vial de la izquierda, que lleva hasta el caserío Marutxaga y de allí a la carrera de Maruri (3h.30"). Continuamos por el asfalto (izd.) durante 500 metros hasta un amplia amplia explanada en la que un par de pistas se adentran en la vertiente occidental del Jata.En camino antiguo (dcha.) llevaba al caserío Mungierrota y de allí ascendía hacia la cima. Hoy en día es un callejón sin salida. Lo mejor es seguir la pista de la izquierda y, sin perder altura en ningún momento, alcanzar lo antes posible el cordal cimero para alcanzar por él la cima del Jata (4h.45"), con excelentes vista aunque afeada por la gran torre de comunicaciones.Tenemos Bakio a nuestros pies y ese es nuestro destino. Seguimos el sendero del cordal, que deja la antena a la derecha e inmediatamente se deja caer hacia la izquierda por la vertiente oriental de la montaña perdiendo con rapidez hasta la ermita de San Miguel de Zumetxaga (5h.10"). Una vez en el eremitorio, seguimos el camino (N) que lleva hasta la carretera, cerca del barrio Goitisolo. Desde aquí, no quedarán dos kilómetros por asfalto hasta Bakio (6h.00").