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La Peña Amaya (Castillo y La Muela), la más bella de las Loras burgalesas, aparece como un portaaviones anclado en medio de los trigales, desde la carretera de Villadiego. Cuelga sobre el pueblo de Amaya como una gran roca desforestada, partida por una brecha y protegida por unos acantilados que se elevan 400 metros sobre el valle. Tuvo un castro cántabro. Los romanos, con el propio Augusto al frente, lo conquistan en el 26 a.C. En el año 574, el rey visigodo Leovigildo asalta la fortaleza. En el 734, el árabe Tarik lo arrasa y a partir del siglo XII se despuebla y ahora es una ruina.
Por detrás de la iglesia de Amaya (990 m) sale una pista de tierra y grava que termina en un aparcamiento superior. Se recomienda recorrerlo andando (0h.35"/2,5 km). Una vez en el parking (letreros), un sendero bien pisado y muy pendiente sube de frente (400 m). La peña del Castillo se agranda. Atravesamos la antigua puerta y llegamos al antiguo poblado medieval (0h.42"). Es un área de 1.200x400 metros donde se aprecian apilamientos de piedras. Con imaginación se puede adivinar la disposición de casas y calles. También se intuye el trazado de las murallas. Sobrevuelan la zona los buitres que anidan en los roquedos.
Obviamos la peña del Castillo, que bordeamos por la derecha, para dirigirnos a unos árboles secos. Vemos abajo (derecha) un manantial junto al que destaca un depósito de plástico. La Muela asoma su espolón salpicado de encinas, frente a nosotros. Subimos a la brecha (1h.10"). Una vez en ella comenzamos el flanqueo (derecha), por una especie de camino de ronda que se ciñe a la base de la pared. Cuidado al transitar por esta zona, ya que recientemente ha habido desprendimientos.
Cambiamos de vertiente y localizamos la trocha de subida (1h.20"). Es un corredor natural señalizado por hitos de piedra. La ascensión no es complicada, pero exige prestar atención donde se pisa para no tirar piedras. Son 30 metros desde la base al punto más alto, oculto por unas carrascas, que exigen el uso de las manos.
Peña Amaya: 1369 m. (UTM:30T 406198.92 E, 4723889.30 N)
Cómo llegar: Bilbao/Vitoria. A-1, Burgos (Peaje). A-231, León, salida N-627 Villadiego, Sotresgudo. 7 km. Amaya.
Cartografía: Mapa Villadiego (18-9) (166), 1:50.000, del SGE.
Horario: 3h.40" (2h.20" subida).
Desnivel positivo: 385 m.
Tipo recorrido: Ida y vuelta
El alto sorprende (1h.30"). Nos encontramos con una meseta rasa y pelada de casi tres kilómetros, en ligera pendiente. Una fila de hitos indican la dirección (E) hasta el punto más alto, siempre visible, señalizado por un vértice geodésico (2h.20"). Está a 1.374 metros. También hay un buzón del CM Mirandés. Un abrigo de piedra protege del viento. Las vistas son espectaculares. Además de los pueblos de la zona (Sur), se ven las otras loras: Ulaña, Albacastro, Mesa... Y en los días claros de invierno se distinguen las cimas palentinas: Curavacas y Espigüete.
De vuelta, recorremos la lora en sentido contrario. Los hitos marcan la dirección correcta. Sorprenden de trecho en trecho unas chozas circulares de piedra seca que aún usan los pastores para protegerse de las tormentas.
Una vez en la base de la pared, podemos atajar y regresar a Amaya, a nuestros pies, por una ruta más corta. Para ello seguimos alguno de los senderos que bajan por la pedrera en dirección al manatial (3h.10"). Una vez en él, ya por hierba, nos dirigimos a la brecha que parte en dos el zócalo calizo. Parece peligrosa. No lo es. Los pastores han habilitado un camino que incluso tiene escalones y que sigue el curso del torrente. Este tramo es desaconsejable en época de deshielo. Sale a terreno abierto, lleva a la pista (3h.30") y termina en el pueblo (3h.40").
Muñata (1.181 m.) y Peña Camesía (1.161 m.) desde San Martín de Elines. 3:55h
Muñata (1.181 m.) y Peña Camesía (1.161 m.) desde San Martín de Elines. 3:55h
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