La Peña Nava es el punto más elevado de la sierra de Albuera, espinazo calcáreo que divide los valles de Zamanzas y Manzanedo, en un paraje olvidado de los cañones del Ebro, en Burgos. Es fácilmente reconocible de lejos, especialmente cuando se realiza el tramo del Sendero del Ebro entre Tudanca y Cidad.La cima es un excelente mirador de una comarca poco poblada, verde y boscosa, donde destacan los hayedos que cubren laderas y barrancos. A pesar de su aspecto inaccesible, tiene varias subidas. A señalar una muy cómoda, como es la pista que sube de Ailanes hasta el repetidor y otra más montañera, que comienza en el Paso de Nava, encima de Barrio de Arreba.La marcha comienza en el rellano del alto (879 m).

La carretera de servicio sube a las antenas (0h.05'). Una vez allí, un sendero (cairn) se interna en la maleza (de frente) y se ciñe a la base de la pared. Es sinuoso y en algunos tramos se pierde, a pesar de los hitos. Atraviesa varias pedreras, sortea carrascas que pinchan y desgarran, y llega a un punto (hito) donde el muro de la Peña presenta un tajo (0h.35'). Es el paso. Desde abajo parece demasiado vertical. No es así. Es fácil y sin otro peligro que las piedras que puedan tirar los compañeros poco cuidadosos.Una vez en el collado (0.50'), a la izquierda queda la cruz de madera de Oteruelo. Lo coronamos siguiendo un sendero enrevesado y pendiente que nos deja en la cima (1h.00').De vuelta al collado, Peña Nava está de frente. Ahora subimos por el borde de la cresta, un terreno pedregoso e incómodo salpicado de gayuba, brezo, aulaga y argoma, hasta alcanzar una zona de pinos. Los sobrepasamos y vemos las antenas. Servirán de referencia. Estamos en el extremo superior de un vallejo suspendido por el que sube la pista de mantenimiento. La cumbre está señalizada por un vértice geodésico y la base de un buzón (1h.20'), que cuelgan sobre el vacío.

Ofrece un extenso panorama, con vistas sobre Zamanzas, con Arreba a nuestros pies. Más lejos, Cielma, Tureña y Escontría; el páramo de Bricia; el puerto de Carrales y los montes de Campoo. A nuestro alrededor pastan caballos y vacas. También hay cabras y si hemos caminado en silencio, corzos.Vuelta por la misma ruta hasta la horquilla de subida. Antes, si caminamos por el borde, habremos visto otra bajada, que discurre por una grieta más ancha y desarbolada,pero también más pedregosa ypendiente. La siguen los animales para bajar.Una vez en el collado del Oteruelo, también existe la opción de perder altura por la derecha, hasta el pinar que se ve nuestros pies. Por él desciende una pista que lleva a la carretera. Una v ez en ella, hay un kilómetro de subida hasta el puerto. Nosotros seguiremos la ruta de subida, con bajada por la ladera de Zamanzas hasta alcanzar el repetidor y el puerto (2h.30').