Mi buen amigo y escritor de guías de montaña Rufo Ganuza me hizo descubrir la cima de Peña Yerre tras leer uno de los itinerarios incluidos en su libro "Tierra de Cameros", importante referencia para quienes deseen conocer esa zona riojana tan poco transitada e interesante, pues alberga el Parque Natural de Sierra Cebollera. Tras aparcar en el entrante que se encuentra unos metros antes del desvío al pueblo de Lumbreras, junto a la carretera N-111 -dirección Soria, punto kilométrico 281-, contemplamos el río Piqueras. El cauce procede del embalse de Pajares, cuyas aguas anegaron el pueblo del mismo nombre.

Tomamos la ancha pista forestal ascendente que conduce al embalse y comenzamos un suave, largo y monótono ascenso hasta llegar a la desviación a la izquierda que lleva al pantano (0h.30"). A la derecha continúa la pista con la indicación en una señal de "Peña Yerre". De vez en cuando se contempla muy abajo la soleada y bella ubicación del pueblo de Lumbreras, y se tiene una sensación de ganar altura aunque el bosque no deja ver demasiado.

Robles, hayas, abedules, serbal del cazador y brezos arbóreos completan la vegetación hasta llegar al collado (1h.50") que separa las cimas de Peña Yerre, a la derecha, y Lobos, a la izquierda. Por debajo del collado, en la vertiente oeste, se aprecia un refugio de cazadores. A nuestra derecha se ven los torreones rocosos que configuran la zona cimera de la desconocida Peña Yerre. Nos encaminamos a ellos por una senda que discurre a la derecha de una alambrada.

Sorteamos por la derecha la primera aguja, muy vertical y espectacular hasta salir a una zona superior en la que nos será difícil saber qué camino tomar. No hay una senda definida y hay que trepar. En todo caso, se bordean las verticales paredes por la derecha hasta descubrir un paso que se asemeja a una caída de grandes bloques por donde es posible subir con la ayuda de las manos.

Se llega así (2h.05") a una segunda plataforma en la que nos topamos con el mismo problema: por dónde ascender de forma segura y sin material de escalada. Siempre a la derecha, se bordean las paredes hasta dar con una canal en la que se descubre un pasillo por el que es posible subir. En unos arbustos cuelga un trapo rojo que señala dicho paso. Tras una trepada de diez metros se accede a la zona cimera; sólo resta avanzar hasta la cumbre (2h.20"), desde donde se descubre un paisaje excepcional, abierto a las montañas de Sierra Cebollera y de los Cameros.

Unos metros a la derecha de la cima se ve una canal por la que también es posible el paso, lo que hace pensar que desde el collado, a la izquierda de la alambrada encontrada al comenzar el ascenso, se puede acceder a dicha canal. En cualquier caso, otras alternativas quedan reservadas al empleo de material de escalada. Conviene regresar a Lumbreras (4h.30") por el mismo itinerario. Se pueden efectuar recorridos por cerrados bosques en donde no hay sendas, lo que implicaría el uso de GPS para evitar problemas y pérdidas.

Así realizamos desde la cumbre de Peña Yerre el descenso en dirección norte hasta la pintoresca laguna de la Nava, ahora seca. La ruta discurre siempre por terreno cerrado, muy salvaje, sin visibilidad en el bosque y con gran riesgo de pérdida sin GPS; un itinerario poco aconsejable a montañeros no expertos.