En el extremo noroeste de Bizkaia, donde las montañas miran al Cantábrico, una sucesión de redondeadas cimas marcan la muga natural con Cantabria. Son los montes de Saldamando, caracterizados por las explotaciones mineras hasta bien entrado el siglo XX, y su estratégica ubicación, como lo evidencian los restos de trincheras de la guerra civil que quedan en todas sus cumbres y los numerosos restos megalíticos que lo pueblan. Su cima principal es el Alen, que hoy ascenderemos desde Turtzioz, opción que ofrece el máximo desnivel de los pueblos del entorno, pero que a cambio permite recorrer los viejos caminos que unían los núcleos habitados de los valles con las minas, cuyos restos se desperdigan en las laderas del cordal.
Partimos del Ayuntamiento de Turtzioz. Junto al monumento de homenaje al Manifiesto de Turtzioz -texto leído por el Lehendakari Aguirre en 1937 antes de partir hacia el exilio tras presidir aquí la última reunión del Gobierno vasco- parte una pista cementada que desemboca en otra que gana altura sin descanso. Transitamos por uno de los caminos que recorrían los montes de Turtzioz, Artzentales y Sopuerta uniendo los prósperos barrios desarrollados al albur de las explotaciones mineras con las minas y los núcleos principales de los pueblos.
Los muros de mampostería que protegen el camino en algunos tramos dan fe de su importancia. Por el que transitamos lleva hasta Santa Cruz, el barrio más alto de Artzentales, aunque no llegaremos a pisarlo. Seguimos el camino principal y siempre hacia arriba, hasta desembocar, junto a un gran prado, en una amplia pista de piedra (0h.50’). Descendemos por ella unos metros para coger un desvío (izd) que cruza un pequeño pinar y sale a terreno abierto.
Estamos bajo El Somo, loma a cuya sombra se ha desarrollado Santa Cruz, que se extiende a nuestros pies. El interés montañero de esta cima menor no va más allá de las vista que ofrece de sus cercanas hermanas mayores, pero lo hollaremos para conocer su nuevo buzón, colocado el año pasado por el club Enkarterri,
Continuamos el camino herboso entre prados hasta desembocar en otro más marcado. Un poco más adelante parte (izd) una rodada que remonta por los pastos, pasa junto a un abrevadero y sigue subiendo hasta las inmediaciones de la alomada cima, inconfundible por el espino que lo preside. Los metros finales los hacemos campo a través hasta el flamante buzón (1h.20’). A nada que nos fijemos, alrededor apreciaremos los restos de las trincheras. Fueron parte de la línea defensiva en la retirada republicana tras la caída de Bilbao. El Alen y su cordal cierran el horizonte por el norte. Hacia allí vamos.
Descendemos (NE) por la vertiente contraria hasta el collado que separa ambas montañas, donde aún se pueden ver las ruinas de las viejas construcciones mineras de La Parda. Cruzamos la pista y nos aupamos a la herbosa cresta cimera. Más arriba atravesamos un fácil lapiaz aprovechando los pasillos herbosos para pasar a la ladera norte y progresar, siempre cerca de la divisoria, hasta la cima (1h.50’) y sus excelentes vistas.
Volvemos a Turtzioz rodeando el barranco de Peñalba, cuyos farallones apreciaremos en los tramos despejados del descenso. Seguimos el cordal cimera para pisar primero el alto de Gomalo, sin más distintivo que uno de los mojones que delimita la divisoria entre Artzentales y Sopuerta, y continuar hasta el Betaio (2h.15’).
HITOS
Alen: 804 m. (UTM:30T 483051.06 E, 4791602.56 N) Puntuable para los Cien Montes.
Betaio: 753 m. (UTM:30T 482226.00 E, 4792685.00 N)
El Somo: 621 m. (UTM:30T 481815.00 E, 4790876.00 N)
Cómo llegar: BI-636 (corredor del Kadagua) hasta Zalla, BI-3602 y BI-2701 hasta Malabrigo, BI-630 hasta Laiseca, CA-153 hasta Turtzioz.
Cartografía: MTN 60-II (La Iglesia), 1:25.000, del IGN.
Horario: 3h.40’ (1h.50’ al Alen y 2h.15’ al Betaio)
Distancia: 12.0 km.
Desnivel positivo: 825 m.
Severidad del medio: 1
Dificultad orientación: 2
Dificultad del terreno: 2
Esfuerzo necesario: 3
Tipo recorrido: Circular
Continuamos por el cordal. Pierde altura hasta confluir con la pista que viene de Gordón y rodea todo el alineamiento. La cruzamos (lo haremos un par de veces más) para seguir un camino que desciende directamente al collado campo de las Escudrijalas (2h.35’). Cruzamos la pista y seguimos por la pista central, que baja bordeando el estético Hilar. Al otro lado se protege el barrio de Gordón. Salimos a una pista más amplia, por la que iniciamos el largo descenso que nos llevará -el último tramo ya por asfalto- al cementerio y finalmente a Turtzioz (3h.40’).