El río Jubera es un afluente del Leza con sus fuentes en la sierra de Las Alpujarras. No es importante dentro de La Rioja, pero cuando llueve mucho en la parte alta del cauce se vuelve caudaloso y causa grandes destrozos. La afilada cima de Peña Muro es un excelente mirador de los pueblos de esta comarca riojana.Sta. Engracia, capital del valle encaramada en un alto. Parking en la entrada. Señales blancas y anaranjadas nos encaminan hacia San Bartolomé, aldea que se divisa a la izquierda, al otro lado del barranco. Puente y senda pendiente protegida por una pasarela.San Bartolomé (0h.15"). Estuvo despoblado. Han recuperado algunas casas como segundas residencias. Bajamos a la iglesia (señales), que estuvo arruinada, y por un sendero estrecho subimos hasta la carretera a San Martín (0h.25").Caminamos por el asfalto (dcha.) en soledad. Apenas hay tráfico hacia San Martín, pueblo con un solo habitante. Sobrevuelan buitres y cuervos. Peña Muro queda a la izquierda. Sorprenden las laderas desarboladas por el pastoreo abusivo, donde solo medran el boj, los espinos y los enebros.Collado de Peña Muro (1h.05"). A la derecha suenan los balidos y mugidos de una vaquería. También ladran los mastines. Nuestro objetivo queda a la izquierda. El sendero atraviesa un estercolero y remonta la ladera entre el boj y las aulagas. Pastan caballos y vacas. Basta un corto esfuerzo para pisar la cima de Peña Muro (1h.15"). No tiene buzón. La caída y las vistas son impresionantes: el valle del Jubera y su castillo; el barranco de San Martín; Peña Tejo; Las Alpujarras y el Camero Viejo.Vuelta al collado (1h.25"). Cruzamos la carretera para seguir hacia la vaquería. Por la izquierda, una pista de tierra hace de cortafuegos y sube a los altos. Sigue el llamado Barranco Hondo. Aún se ven las terrazas de otros tiempos. Cuando estas laderas estuvieron cultivadas. Ahora solo prosperan el boj y las hierbas aromáticas.

Meseta. Rebaños y mastines. Subimos (dcha.) por terreno despejado hasta la cima de Valdeyace (1h.55"). Un hito de piedras oculto por el boj indica el punto más alto. Peores vistas que Peña Muro. Vuelta entre el boj hasta la pista. Allí, en lugar de bajar a la carretera, optamos por una barrancada que se abre a la derecha. Se llama El Barranquillo. Vamos por su ladera derecha. Saltamos de terraza en terraza por senderos de animales, hasta confluir con el arroyo San Martín.Prados y huertas. Una fuente, "La Encinilla", brota de la roca y llena una poza con forma de bañera. A seiscientos metros está San Martín (2h.55"). El pueblo nos recibe silencioso. Casas de mampostería, algunas bien cuidadas, y una iglesia del siglo XVI. El frontón está adosado.La última casa está habitada por un pastor (perros). Justo allí acaba la carretera. Hay dos opciones. La primera y más cómoda es bajar por asfalto al cruce de San Bartolomé y por el sendero a Santa Engracia. La segunda es adentrarnos en el barranco de San Martín.Optamos por la segunda. Para ello se debe perder altura (derecha) hasta el cauce del arroyo, generalmente seco (3h.00"). Luego, seguimos el antiguo camino que pegado a la ladera derecha se introduce en el cañón (hitos). Vamos en silencio, entre olores a boj y al más fuerte del espliego y el romero. El río queda a la izquierda.Cruce y letreros (3h.20"). Por la izquierda indica "Minas Túneles de los Moros". Fueron de galena y cerraron en 1958. Hacia allí vamos. Nuevo cruce (3h.40"). Desechamos la dirección de las minas, para subir (dcha.) por terreno fácil y pisar la carretera. Resta bajar a San Bartolomé y, de allí, volver a Santa Engracia (4h.15").