El Oricedo es una de las características cimas que delimita al sur la burgalesa merindad de Sotoscueva, entre Espinosa y Valdeporres. Son las llamadas Conchas, de perfil inconfundible con sus cortados septentrionales y su suave pendiente meridional cubierta de encinas. En el caso del Oricedo, los transitables desfiladeros que lo delimitan a este y oeste-Trema y La Hoz- permiten cumplimentar la ascensión con un bonito recorrido balizado que rodea la montaña (PRC-BU 40). Empezaremos y terminaremos la ruta en Cornejo, pequeño núcleo ubicado en la cabecera del cañón del río Trema.
HITOS
Peña Oricedo: 983 m. (UTM:30T 449874.00 E, 4765959.00 N)
Cómo llegar: BI-636 (corredor del Kadagua) y CL-629 hasta Bercedo; N-629 hasta El Crucero; BU-542 hasta Espinosa de los Monteros; BU-526 hasta Quintanilla; BU-562 hasta Cornejo.
Cartografía: MTN 84-IV (Espinosa de Los Monteros), 1:25.000, del IGN.
Tomamos como referencia la iglesia de Cornejo, advocada a San Juan Bautista. Subimos por la calle de la iglesia. Unos menos más arriba gira a la derecha, y cuando empieza a bajar seguimos otra calle que sube a la izquierda, deja atrás las casas más altas del pueblo y, convertido en un camino rodado, enfila hacia la montaña. Desemboca en una explanada herbosa delimitada por un murete. La ruta continúa por la derecha, pero no por la evidente pista que llanea junto al muro, sino por un camino, algo difuso al principio, que sube a su izquierda, se adentra en el encinar y sale a un camino rodado (0h15’), donde seguimos por la izquierda.
Unos metros más alla, pasados los resto de un coche abandonado, giramos (izd) para salir a otro camino que seguimos a la derecha. Poco más arriba, cruzamos un muro y seguimos subiendo por una senda, difusa al principio, pegada a la tapia. Salimos a terreno abierto, donde la senda realiza un amplio giro a la derecha para acceder a un gran pasillo herboso (0h30’).
Atravesamos el barranco seco del arroyo Valcaba antes de subir (izd) por otro pasillo herboso, donde cogemos una rodada que viene de la derecha. Antes de empezar a bajar (0h45’), enfilamos hacia el cordal cimero (izd) por un evidente camino rodado que sube por el encinar y lleva sin pérdida al collado que separa las dos cimas del Oricedo, un rellano pedregoso al borde de los cortados (1h00’) con excelentes vistas del valle de Sotoscueva y las cumbres de El Somo.
La cima principal está a la izquierda. Son poco más de trescientos metros hasta el buzón, pero el recorrido es verdaderamente pestoso por el tupido encinar. Quienes se animen deben tomar como referencia las trazas de un sendero que discurre pegado al precipicio, lo que exige todas las precauciones del mundo, aunque en algún tramo es inevitable adentrarse en la maraña, hasta alcanzar el buzón (1h15’). Las vistas son prácticamente las mismas que desde el collado, al que retornamos rapidamente para bajar hasta el pasillo herboso y afrontar la circunvalación de la montaña (izd).
Bajamos pegados a los límites del encinar que crece a nuestra derecha. Más abajo, la hierba es sustituida por un suelo lastroso. Es el arroyo de la Rad, que no tarda en encañonarse. Seguimos entonces una senda por su margen derecha, que más abajo cruza su cauce seco para subir en diagonal (dch) por la otra vertiente hasta encontrarnos con el sendero PRC-BU 40, cuyas marcas nos acompañarán ya hasta retornar a Cornejo (2h00’). Hacia la izquierda, remontamos hasta el portillo de la Hoz, inconfundible por el gran panel informativo que lo preside. A nuestros pies (dch) se extiende el desfiladero y enfrente, el cejo de Citorca con sus curiosas oquedades fruto de la erosión.
Bajamos por el camino excavado en la roca. En cuanto nos adentramos en el bosque se convierte en una bonita senda que por un auténtico túnel de vegetación nos lleva hasta el pequeño núcleo de Hornillalatorre (2h20’). Las marcas del PR llevan a la iglesia, donde escubrimos las tres virtudes inscritas en latín en los tres lados de su ábside. Rodeamos el templo y seguimos otra senda que enfila hacia Cornejo bajo los acantilados del Oricedo. Más adelante se convierte en pista, donde obviamos la desviación a Quintanilla. El que no se nos debe pasar es el desvío a Cornejo, un centenar de metros más allá (izd). Es una senda que se adentra de nuevo en el bosque y llega al cañón de Trema. A la entrada del desfiladero cruzamos la carretera y el río y seguimos el sendero que pasa junto las cuevas antes de llegar al pueblo (3h30’).